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jueves, 30 de julio de 2020

SOBRE EL CÓLERA EN BAILÉN EN 1860


Cuando me he encontrado con documentos como los que les muestro, jamás de los jamases me imaginé que hoy día volviéramos a vivir algo similar. Incluso, resoplaba tranquilo confiado de que eso ya no íbamos a volver a sufrirlo. Estamos viviendo algo tan nuevo para todos como común lo fue para nuestros ancestros. Y es que cuando saltó toda esta historia del covid-19 lo primero que se me vino a la mente eran todas estas historias.
Me plantee entretener contando alguna anécdota de estas, pero entonces pensaba que tal vez era lo menos indicado que podía contar (tal vez demasiado morboso, aunque luego todo el mundo hizo eso mismo, hablar de las antiguas epidemias), aunque el mundo estuviera (y está) obsesionado esperando buenas noticias sobre esta crisis sanitaria. Pero hoy he decidido dejarles un simple bosquejo de Bailén y su lucha contras las epidemias.
Y es que antaño no tenía la humanidad bastante con las calamidades del hambre o la guerra, del durísimo trabajo que encima el miedo a la enfermedad acechaba por las esquinas. Hoy les dejo unos curiosos documentos, solo algunos entre otros muchos, donde la información nos resultará muy familiar, aunque acaeciera hace 160 años. Se tratan de informes sanitarios sobre el estado en que se encontraba Bailén en el mes de julio de 1860, donde recibió la visita del cólera. En estas cartas podemos leer como la parroquia de Bailén tenía casi diariamente informado al obispado sobre la situación sanitaria que se vivía en la ciudad donde aún resonaban las glorias de la obtención de título de ciudad, justamente 10 años antes.
La situación copó (o más bien, la documentación solo trata esas fechas) todo el mes de julio y se fue apaciguando recién llegado el mes de agosto (ojalá tuviéramos esa suerte hoy día en la era de las tecnologías). Estas cartas pertenecen a un extenso expediente donde se tratan muchos asuntos sobre lo acaecido durante aquella epidemia, muchas situaciones que como dije nos recordarían a muchos de los episodios que estamos viviendo.
La que abre esta entrada, está fechada tal día como hoy, pero del año 1860, donde un tal Vicente Cuesta (no sé si era un cura o médico, el párroco era Juan Pérez Galindo) informa del parte sanitario, el cual es positivo ya que participa de las existencias del día 28, los “invadidos” del día 29, no existiendo fallecidos ni curados en aquellos días.
Las fiestas, más bien la conmemoración de la batalla, las vivieron con un informe del 19 de julio con las existencias del día 18 con trece casos, estando invadidos 2, siendo 3 los fallecidos y 5 los curados y 7 los existentes para aquel 19 de julio de 1860.
Por último, el día 1 de agosto, Vicente Cuesta comienza a anunciar las buenas noticias con la siguiente comunicación:
Parroquia de la ciudad de Bailén. Tengo el honor de manifestar a V.E.Y. que el estado de salud pública de esta ciudad, en el día de ayer ha sido satisfactorio pues no se ha presentado invasión alguna del cólera ni fallecimiento. Dios guarde a V.S.Y muchos años. Bailén 1ª de agosto de 1860.
Vicente Cuesta [rúbrica]”
Como ven, son meros ejemplos de que tal vez poco hemos cambiado. Vestigios que hoy les dejo, que con el estudio de muchas más fuentes, en un futuro, puedan dar fruto a un trabajo más específico sobre las epidemias en Bailén.

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