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Retablo mayor de San Pedro de Torredonjimeno obra de Diego Briones. Fuente: Luis Gómez López. |
El antiguo retablo mayor de la iglesia de San Pedro de Torredonjimeno (destruido en la Guerra Civil Española), se ha venido atribuyendo hasta la fecha a la misma mano del tallista que realizó el retablo mayor del convento de Dominicas de la misma ciudad de Torredonjimeno, Pedro Cano de la Vega[1], entallador vecino de Jaén en 1728.[2] Pero recientemente hemos podido documentar la obra a la gubia del tallista conquense afincando en Baeza, Diego Briones[3]. Aunque el retablo de las Dominicas presenta las lógicas similitudes estilísticas (como el uso de la columna salomónica por ser obras de un periodo coetáneo), el retablo de San Pedro va a ser el hasta ahora único trabajo documentado a Diego Briones en una localidad alejada del norte de la provincia de Jaén, donde como estudié en mi trabajo sobre Briones, fue muy fecundo en esta zona de la diócesis jiennense.
Durante al menos el año 1714, Diego Briones tuvo que
realizar el desaparecido retablo mayor de la parroquia de San Pedro de
Torredonjimeno. No hemos encontrado el contrato, pero sí una carta de pago y
unos poderes fechados en abril y septiembre de 1715 para cobrar lo que se la
adeudaba de la obra. Decimos que lo tuvo que realizar el año anterior porque
para el 12 de noviembre de 1714 ya estaba finalizado he instalado en la iglesia
porque en esa fecha se obliga el maestro dorador de la ciudad de Jaén, Luis de
la Barrera para dorarlo. El jiennense volvería a trabajar en el estofado y
dorado de un trabajo de Diego Briones en el de la iglesia de Santa María de
Linares sobre 1720.
En Baeza, el 30 de abril de 1715, Diego Briones “vecino
de esta ciudad de Baeza y maestro de escultor en ella” otorgó carta de pago
ante el escribano Íñigo Messia de la Puerta[4] en
la que declaró que recibió en nombre del Rey y en “su real nombre de don
Diego de Torres y Rincón vecino de la villa de Mestanza como arrendador que es
de los bienes y rentas de la encomienda de la Peña de Martos y por mano del
licenciado don frey Antonio de Torres y Rincón de la Cruz de Calatrava, prior
de la parroquial del señor San Pedro de la villa de la Torredonjimeno como su
poderista” 1.412 reales y 6 maravedíes y medio de vellón.
Era la cuarta y última entrega de los 4.236 reales y 20
maravedíes que se habían mandado pagar con fecha del 3 de marzo del mismo año
en Madrid de las rentas y producto de la encomienda de la Peña de Martos de los
11.000 reales en “que se me remató la obra del retablo en blanco que hice y
he puesto en dicha iglesia de Sr. San Pedro de dicha villa de Torredonjimeno”.
Debemos advertir las circunstancias especiales de la villa
de Torredonjimeno a la hora de entender ciertos aspectos sobre la
administración eclesiástica reflejadas en estas escrituras. Torredonjimeno fue
una de las villas que perteneció a la Encomienda de la Peña de Martos (además
de Jamilena, Higuera de Calatrava y Santiago de Calatrava)
en el llamado Partido
de Andalucía, un territorio de señorío eclesiástico que dependía para su
administración de la Orden Militar de Calatrava. En la Edad Media, las Órdenes Militares
tuvieron una jurisdicción importante sobre los territorios que controlaban, sin
embargo, en la Edad Moderna los Reyes Católicos dejarían obsoletas estas
órdenes militares nombrándose el rey D. Fernando de Aragón “El Católico” como
Gran Maestre de las Órdenes (y con él sus sucesores), perdiendo las Órdenes
Militares sus poderes.
Por este motivo, las poblaciones comenzaron a segregarse
jurisdiccionalmente, dejando de pertenecer políticamente a la Encomienda de
Martos y pasando a convertirse en villas de realengo (dependientes del rey),
pero en el ámbito religioso sí continuaron dependiendo de las Órdenes
Religiosas, en este caso a la Orden de Calatrava. Por ello, la Orden seguiría
nombrando a los curas de estas villas, razón por la que el prior era denominado
como “frey” en lugar de “fray” y el otorgante que pagaba era el arrendador de los
bienes y rentas de la Encomienda de Martos en nombre del rey.[5]
Tras esta carta de pago, aparecen nuevos documentos en
referencia a este trabajo tosiriano. Sobre el pago del retablo encontramos un
poder otorgado el 3 de septiembre de 1715. Dio poderes a D. Luis Pedro Otaño de
la Cueva vecino de la villa de Madrid para que en su nombre “pueda haber,
resolver y cobrar judicial o extrajudicialmente de la mesa maestra del Consejo
Real de las Órdenes o de quien la intervención hubiere para hacerles pagos de
la mesa maestra de la villa de la Torredonjimeno y de las tesorerías de su
majestad (Q. Dios. g) dos mil doscientos y cincuenta y seis reales de vellón
los mismos que ha dicho otorgante se le están debiendo resto del retablo que
hizo para la iglesia de San Pedro de dicha villa de Torredonjimeno”[6].
En esta ocasión pretendía cobrar 2.256 reales de vellón que
aún se le debía. Pero por causas que desconocemos, el 25 de septiembre revocó
este poder, cambiando a Luis Pedro de Otaño por el baezano Juan Navarro para
que en su nombre cobrase esta nueva cantidad que se le seguía adeudando[7].
Como hemos apuntado, para el 12 de noviembre de 1714 el
retablo ya estaba instalado en la tosiriana iglesia de San Pedro según se
declara en las escrituras de contratación del dorado del retablo con Luis de la
Barrera[8].
El dorador jiennense se obligó aquel día ante el escribano público de
Torredonjimeno, D. Juan Francisco de Acuña junto a sus fiadores, los
presbíteros tosirianos D. Francisco de la Cámara Grima, D. Jorge Alfonso Nieto
y Calatayud y D. Juan Muñiz de las Parras a dorar el retablo que había tallado
Diego Briones.
El licenciado frey Antonio de Torres y Rincón del hábito de
Calatrava y prior de dicha parroquia de San Pedro pidió la fianza para
emprender los trabajos que se tasaron en 11.000 reales. Los pagos a Luis de la
Barrera se harían en tres pagos y plazos iguales de 3.666 reales y 22
maravedíes de vellón, dándosele la primera para dar comienzo del dorado, la
segunda mediado el trabajo y la tercera y última cuando ya estuviese concluido
y reconocido el trabajo por peritos que nombrase la iglesia.
A su vez se otorgó un poder en la que Luis de la Barrera
daba poderes “al capitán de granaderos D. Luis Pedro Otano de la Cueva
vecino de la [villa] de Porcuna, y residente en la villa y corte de
Madrid” para que pidiera y cobrase los 11.000 reales que se había tasado la
obra de dorado del retablo ante el rey y su Real Consejo de las Órdenes[9].
De esta desaparecida obra contamos con la descripción realizada
a través de fotografías por la profesora Ulierte Vázquez en su Retablo en
Jaén:
“Tan sólo he logrado encontrar una antigua fotografía del
[retablo] mayor. Se trataba de una estructura piramidal en que cuatro
columnas salomónicas, esbeltas, ornadas con acantos, y de orden colosal,
dividían el piso, único, en tres calles, ocupadas por nichos planos con
esculturas. El de la calle central, más ancha, lo ornaba la erguida figura de
San Pedro revestido de pontifical sobre el templete del manifestador que
invadía el banco. Un ático de extremada altura con calle única entre columnas
salomónicas ocupada por el Crucificado, remataba el retablo uniéndose a los jarrones
extremos por medio de cartones muy calados de enrollados cardos. Amplia
decoración vegetal en lugares concentrados completaba la obra”.[10]
ANEXO-TRANSCIPCION
“Poder D. Luis Pedro Otano de la Cueva contra Luis de la
Barrera.
Sepan cuantos esta escritura de poder vieren como Luis de la
Barrera […]
dorador de la ciudad de Jaén estando al presente en esta villa de la
Torredonjimeno que doy y otorgo mi poder cumplido bastante el que de derecho se
requiere y más pueda y debe valer al capitán de
granaderos de Luis Pedro Otano de la Cueva vecino de la de Porcuna, y residente
en la villa y corte de Madrid para que en mi nombre y representando mi
persona y como yo mismo pudiera hacerla presente siendo parezca ante su majestad (que Dios guarde) y señores
de su real consejo de las órdenes y donde más lo
deba hacer y pida demande y cobre de la persona o personas que lo debieren
pagar, y se librase, once mil reales de vellón, la misma cantidad en que se me
ha rematado la obra de dorado del retablo nuevo que se ha hecho en la iglesia
parroquial de señor san pedro de esta villa, cuya cantidad debe percibir en
tres plazos y pagas y cuales a tres mil seiscientos sesenta y seis reales y
veinte y dos maravedíes cada una, la primera de pronto, luego que de principio
a dicha obra, segunda ejecutada la mitad y la tercera y última concluida, vista
y reconocida por los peritos que se nombrasen para si estuviese o no conforme a
arte en conformidad de mi postura y sus condiciones y del que así cobrase por
dicha razón de y otorgue carta de pago, finiquitos y los demás instrumentos y
recados que conviniesen, y si la paga no fuese ante escribano que de ella de fe
renuncie las leyes de la entrega prueba excepción de la nonumerata pecunia y
demás del caso como en ellas en cada una se contiene y […] ello desde
ahora para entonces lo apruebo y ratifico sin reserva y con alguna, si para los
referidos….
En la villa de la Torredonjimeno a doce días del mes de
noviembre de mil setecientos y catorce años siendo testigos Cristóbal de la
Cámara, Bartolomé Pérez y Pedro Fernández Alcázar.
[rúbricas]
Luis de la Barrera.
Ante mi Luan Francisco de Acuña”.
1715, 30 de abril. Carta de
pago de la hechura del retablo de la iglesia de San Pedro de Torredonjimeno por
Diego Briones. Archivo Municipal de Baeza, protocolos
notariales de Baeza, escribano Íñigo Messia de la Puerta, años 1716-1719, sala 3, estante 6, nº 159.
Fol. 37r-37v.
“[fol. 35r]Carta de pago don
Diego Briones a favor de su majestad.
Sépase por esta escritura de
carta de pago vieren como yo don Diego Briones vecino de
esta ciudad de Baeza y maestro de escultor en ella a que doy fe conozco:
otorgo que recibo de su majestad que Dios guarde en su
real nombre de don Diego de Torres y Rincón vecino de la villa de Mestanza como
arrendador que es de los bienes y rentas de la encomienda de la peña de Martos
y por mano del licenciado don frey Antonio de Torres y Rincón de la cruz de
Calatrava prior de la parroquial del señor San Pedro de la villa de la
Torredonjimeno como su poderista un mil cuatrocientos doce reales y seis
maravedís y medio del vellón la misma cantidad que por libramiento del R. D.
Alonso de Torralba […] de dicha orden del concejo de su majestad en el
real de las tres militares ordenes juez
privativo en virtud del real cédula para conocer de todos los negocios [borrado]
reparos y ornamentos [borrado] [fol. 35v] del territorio y jurisdicción
de dichas órdenes refrendado de D. Juan de la Torre su fecha en Madrid a tres
de marzo pasado de este presente año en que se le manda pagar al otorgante de
las rentas y producto de dicha encomienda y de la
tercera y última paga de los cuatro mil doscientos treinta y seis reales y
veinte maravedíes que se le prorratearan a dicha encomienda y por cuenta de los
once mil reales que se me remató la obra del retablo en
blanco que hice y he puesto en dicha iglesia de sr. San Pedro de dicha villa de
Torredonjimeno todo ello en la conformidad de dicho ¿libranza? que original
con traslado de la escritura cual entrego a la parte del dicho don Diego de
Torres y Rincón para guarda de su derecho y de dicha cantidad que ha de recibir
por las razones expresadas me doy por satisfecho y contento y entregado a mi
voluntad sobre que renuncio las leyes de la entrega […] del real […]
numerata pecunia y demás [fol. 36r] del caso como en ellas y en cada
una de ellas se contiene y de lo dichos un mil cuatrocientos y doce reales y
seis maravedíes y medio otorgo carta de pago tan bastante y cumplido como al
caso convenga a favor del dicho don Diego de Torres y Rincón.
[…] otro la presente ante el
presente escribano público y testigos en la ciudad de Baeza a treinta días del
mes de abril de mil setecientos y quince años siendo testigos d. Francisco de
Baltodano, Don Rodrigo Marín de Camera y don Francisco Álvarez de […] y […]
de Baeza.
[Rúbricas]
Diego de Briones.
Ante mi Íñigo Messia de la
Puerta”.
[1] Es curioso que el hallazgo de la
escritura del retablo para las dominicas y su correspondiente estudio solo sea
citado por Mercedes Inmaculada Moreno Martel (MORENO,
2016, pág. 32) [consultado en http://tauja.ujaen.es/jspui/handle/10953.1/3340
el día 24/05/2020]. La escritura fue otorgada el 30 de julio de 1728 ante
el escribano de Torredonjimeno Martín Vicente Royo (1726-1728). [AHPJ, Sección
Protocolos Notariales Torredonjimeno, legajo 10484].
[2] ULIERTE
VÁZQUEZ, M. L. (1986): El Retablo en Jaén (1580-1800). Jaén, Concejalía
de Cultura de Excmo. Ayuntamiento de Jaén. pp. 156-158. UREÑA UCEDA, A. (2010):
«Torredonjimeno: una visión desde la historia del arte». Senda de los
Huertos, nº 67-68, Amigos de San Antón (Jaén), pp. 24-51. MORENO MARTEL, M.
I. (2016): El Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad de Torredonjimeno.
Patronazgo y promoción artística, Jaén, Universidad de Jaén (Facultad de
Humanidades), trabajo fin de grado. GÓMEZ LÓPEZ, L. (2019): «El esplendor
artístico del Torredonjimeno del XVIII (el ejemplo del retablista Pedro Cano de
la vega)». Órdago, nº 16, pp. 4-6.
[3] LENDÍNEZ PADILLA, J.P. (2021): «La
talla sacra en la ciudad de Baeza durante el siglo XVIII (I): Diego Briones y
Juan de Arias». Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, nº 223, pp.
103-141.
[4] AHMB, Sección Protocolos
Notariales Baeza, escribano Íñigo Messia de la Puerta, años 1716-1719, sala 3,
estante 6, nº 159, fol. 37r-37v.
[5] ILLANA LÓPEZ, F. J (2019): «La
desmembración del territorio de la encomienda calatrava de Martos:
jurisdicciones y villazgos en el Partido de Andalucía en la segunda mitad del
siglo XVI». En GARCÍA GUERRA, E., LINARES GONZÁLEZ, H. y PERRUCA GRACIA, M.
(eds.), (eds.): De la nobleza y la caballería. Privilegio, poder y servicio
en la articulación de la sociedad moderna, ss. XVI-XVII. New Digital Press,
Palermo, 2019, pp. 375-406.
[6] AHMB, Sección Protocolos Notariales
Baeza, escribano Íñigo Messia de la Puerta (1716-1719), sala 3, estante 6, nº
159, fol. 69r-70r.
[7] AHMB, Sección Protocolos
Notariales Baeza, escribano Íñigo Messia de la Puerta (1716-1719), sala 3,
estante 6, nº 159, fol. 96r-96v.
[8] AHPJ, Sección Protocolos
Notariales Torredonjimeno,
Pedro Antonio de Guzmán (1706-1708) que contiene al escribano Juan Francisco de
Acuña (1709-1715), legajo 10305, fol. 34r-34v.
[9] AHPJ, Sección Protocolos
Notariales Torredonjimeno, Pedro Antonio de Guzmán (1706-1708) que contiene al
escribano Juan Francisco de Acuña (1709-1715), legajo 10305, fol. 33r-33v.
[10] ULIERTE VÁZQUEZ, M. L. (1986): El
Retablo en Jaén (1580-1800). Jaén, Concejalía de Cultura de Excmo.
Ayuntamiento de Jaén, pp. 159.