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viernes, 10 de marzo de 2023

LOS ESTATUTOS DE LA COFRADÍA DE NTRA. SRA. DE LOS DOLORES EN POSGUERRA (1942). Programa de Semana Santa de Bailén 2023


 

En esta nueva cuaresma que camina en busca de la Semana Santa del año del Señor de 2023 en Bailén ha vuelto a salir su publicación cofradiera por excelencia, el Programa de Semana Santa 2023. El libro como lo están bautizando… a mi pesar.

Un nuevo año más colaboro con la ilusión del niño que le gustaba leer publicaciones cofradieras de otros lugares donde se contaba mucho más que los actos a realizar por las cofradías y se vio un día escribiendo para de algún modo convertirlo en lo que cree que es esto: una pieza de consulta para el futuro donde poder divulgar episodios del pasado de sus cofradías. Desde aquí un año más, gracias a la Unión de Cofradías de Bailén por concederme un hueco entre sus páginas. Con el trabajo de este año pretendo, si Dios me lo permite comenzar una serie de estudios donde divulgar los estatutos que se tuvieron que generar tras las reorganizaciones de las cofradías bailenenses acabada la Guerra Civil Española (1936-1939). Documentos que nos hablan de cómo renacieron en aquellos duros momentos para volver a levantarse de uno de los golpes más duros que han sufrido estas asociaciones de la iglesia en todos sus siglos de historia.

Comenzamos con la hermandad de la Virgen de los Dolores, que fue la que antes los realizó y recibió su nueva aprobación en 1942 por parte de la iglesia de aquel nuevo régimen que gobernaría al estado español hasta la década de los 70. Un trabajo que pretende sobre todo divulgar como fueron o pretendieron que fuesen las reglas que rigieran a sus cofrades y que a la vez nos puede hablar de como era el mundo cofradiero y en definitiva la sociedad de aquellos años. Con un necesario relato para contextualizar la situación que deparó en aquellos sucesos podremos encontrar también pequeños pero novedosos datos como cuando se suspendieron las procesiones durante la II República Española (1931-1936), los nombramientos de camareras realizados por el obispado y la lectura de estos estatutos que nos muestra que seguramente la primera cofradía que pretendió incorporar la capa de las túnicas fue la de Ntra. Sra. de los Dolores. Unos estatutos que se redactaron después de que llegase la imagen a Bailén, de hecho, acompaña al artículo una muestra gráfica de incalculable valor de reciente descubrimiento donde vemos a la nueva imagen de la Virgen realizada en Valencia por José Romero Tena, probablemente en la casa de la familia benefactora, los hermanos Rusillo Medina.

Descubierta (la pequeñísima foto) en los modernos anticuarios digitales por parte del vestidor de la Virgen, D. Antonio Cobo Almazán, se nos muestra a la Virgen con la mayoría de sus alhajas más reconocidas, como la corona, el rostrillo, el corazón con el puñal o la media luna (incluso el pañuelo es el que luce la Virgen en el cartel de esta Semana Santa). Contando con una humilde saya que contenía unas sencillas estrellas y unos flecos de pasamanería (curiosamente idénticos a los de una túnica antigua del Cristo de las Tres Caídas de Triana, recientemente reconstruida) que se ha conservado hasta nuestros días y que fue reconvertida recientemente en un lazo-cinturilla para la Virgen.

Sobre una mesa cubierta por un paño blanco, se alza un sencillo e improvisado altar con dos jarrones con flores de los primaverales campos bailenenses y la típica maceta de pilastra tan común del exorno de los patios andaluces dibujando una escena tremendamente doméstica. Una colcha hace de dosel para adecentar el lugar (que parece un patio) para seguramente querer inmortalizar este acontecimiento, que según cuentan algunas de sus más veteranas camareras, la imagen estuvo expuesta unos días antes en la casa de la calle Silera antes de partir hacia la nueva novena que se recuperaba tras los años difíciles para los católicos. La imagen presenta dos detalles significativos. Uno es la peana de la imagen, que pocos han podido ver y el manto que luce del que se desconoce nada sobre el mismo, tal vez otro de los mantos de su ajuar que se pudo salvar escondido en las casas de los hermanos y camareras como ocurriría con el terno que donó la familia Martín Martínez en 1914 y que probablemente saliese de los prolíficos talleres valencianos de Burillo y que luego luciese sobre las andas en su primera procesión y saludo de 1942. No podemos contrastar nada, pero ¿podría ser el manto donado por la familia Bonaplata en 1868? Para saber la historia de aquella donación pinche aqui.

Para leer y descargar el articulo en academia.edu pinchen aquí.  


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