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lunes, 26 de octubre de 2020

EL RETRATO DE PABLO IGLESIAS EN BAILÉN (1935)

Pablo Iglesias Posse


Desde que en España la nomenclatura de las vías urbanas comenzó a utilizarse para homenajear y ensalzar la figura de personas relevantes de la plana nacional o local, vienen surgiendo los siempre manidos enfrentamientos cuando se acometen estas acciones, pero lo es más si vienen por el cambio de un nombre por otro, sobre todo si la denominación va salpicada de tintes políticos y todo lo que a ello rodea. Desde el siglo XIX viene este país creyendo que, poniéndole nombres a las calles de sus ciudades y pueblos de sus políticos, “héroes ideológicos” o a aquello que entra en la ideología de unos y otros, es algo importante y necesario para el cambio (se supone que a mejor) que parecen prometer que traen todos. A veces pienso que deberían llamarse calle 1, calle 2, calle 3… ¡bueno!, también se quejarían los “antinumeristas”.

Si hoy se pone un nombre religioso a una calle saltará el que diga que es un país aconfesional y que es cosa de “fachas”, y si le quitamos la calle al… por ejemplo; el artista reconocidamente afín a las izquierdas (ej. Cambio en Sevilla de la calle Pilar Bardem por la de Nuestra Señora de las Mercedes en 2012)[1], dirán los “rojos” que están atacando la democracia y que es revanchismo político. La ley de Memoria Histórica de Zapatero en 2007 ha protagonizado las últimas grandes polémicas nacionales en torno a estas cuestiones al abordar la eliminación de todo símbolo “guerracivilista” (o ¿del franquismo?), donde las nomenclaturas han sido una de las acciones más visibles y donde más polémica ha surgido (porque mientras se quitaba una calle a Millán Astray se ponía una a La Pasionaria, por ejemplo). Lo más reciente es la eliminación de calles y monumentos a Largo Caballero e Indalecio Prieto en Madrid o cambiarle el nombre del estadio del Cádiz por votación popular donde no se podía optar por continuar con “Ramón de Carranza”, al parecer por ser alcalde franquista[2].

De hecho, en Bailén las últimas las cambió el último gobierno socialista, que eran las calles dedicadas a García Morato y Ruiz de Alda. Curiosamente, este último la tenía dedicada antes incluso de la proclamación de la II República, en 1928 (periodo de la dictadura de Primo de Rivera) por su hazaña en el vuelo del Plus Ultra de 1926 (tambien se le dedicaria el Portazgo a Pablo Rada y la del Bombeo al Comandante  [Ramón] Franco), pero como luego fue uno de los fundadores de Falange (partido de extrema derecha) y se decantó en la guerra por el “bando nacional”, pues también se han quitado. No hubo entonces mucho bombo ni indignación vecinal, pero yo creo que por la simple razón del gran desconocimiento que habría hasta entonces sobre quién serían aquellos personajes. Incluso, tras más de media vida de democracia de gobierno socialista en Bailén no se quitaban, y me apuesto a que era por la misma simple razón; ignorancia de los socialistas de quien eran esas personas hasta que alguno lo soltó por las redes (así, tal cual). Recordemos el esperpento generado en 2008 por la ignorancia salida en esta ocasión por nada más y nada menos que del Sindicato de Estudiantes cuando pidieron eliminar el nombre del colegio “19 de julio” de Bailén. Y es que basta con poner en Google: “Bailén” y te saldrá que un 19 de julio de 1808 las tropas napoleónicas perdieron en su término municipal su primera batalla en campo abierto.[3]

En el tema “guerracivilista” queda otra, la del mártir de la fe (para los católicos) José María Marín Acuña (vía que está junto a una de las plazas que han generado la polémica). Pero que esta calle no la tiene puesta porque escribiera un libro de la Virgen de Zocueca, no, la tiene puesta obviamente por el régimen franquista porque fue asesinado por su condición de sacerdote en la primera expedición de los llamados “trenes de la muerte” en Madrid el 11 de agosto de 1936.[4] De momento, en el santuario de Zocueca ya se eliminó la primera placa homenaje a su memoria por lo “chirriante” del texto alusivo a los ideales franquistas. Ya saben “…mártir por Dios y por España… bla, bla, bla…” y ahora pone “…en homenaje del último párroco del Rumblar” o algo así, lo estoy contando de memoria.

En verdad, en Bailén quedan tres vestigios "guerracivilistas". Dos víctimas: Marín Acuña como cura y Pedro Corchado como el terrateniente del pueblo. Aunque este último, que le da nombre a un colegio, no nace de la posguerra ni ninguna intención partidista local de homenajearle durante la dictadura. Simplemente, su hermano Tomás vendió los terrenos por un precio simbólico (se cuenta) y él pidió que se dedicase el colegio a su hermano asesinado, que al igual que Marín Acuña, lo fueron sin ningún delito aparente ni juicio previo. El otro símbolo por el "otro lado" es un llamativo homenaje al alcalde Cristóbal Marín Ruiz Castellanos con la excusa como recuerdo a unas de las tantas obras emprendidas en el Paseo de las Palmeras (donde habría que homenajear a muchos ayuntamientos, desde los años 20 a los más recientes, de todos los colores) para dar trabajo a los parados obreros locales. A fin de cuentas, el alcalde Marín (junto a su hermano Francisco, los populares "Marines" escondidos hasta 1969 en su casa) fue uno de los políticos y personajes más controvertidos de la Guerra Civil en Bailén y que obviamente, se colocó (el gran azulejo) en un lugar tan destacado bajo mandato socialista.




¿Por qué digo esto? Está de actualidad en Bailén el cambio de nombre de dos vías bailenenses dedicadas a dos personas que las tienen sin duda por el mero hecho de ser políticos (sin entrar a valorar su aportación a la historia de España, pero con ninguna relación estrecha con Bailén como para dedicárselas), y puestas cuando su partido mandaba en Bailén, en este caso, el PSOE. El actual gobierno municipal (PP+AIB) ha tenido la idea (brillante o desafortunada según el color con que se mire) de cambiar los nombres de las calles dedicadas a Tierno Galván (plaza en este caso) y a Pablo Iglesias. Hay que advertir que este Pablo Iglesias (Posse) es el fundador del PSOE (y de UGT), no el líder actual de Podemos, al que su padre aprovechando su apellido y su ideología, inscribió a su hijo en el Registro Civil (no sé si estará bautizado) con el nombre de Pablo haciéndole un homenaje al gallego (El Ferrol 1850, paradójicamente paisano de Francisco Franco) que fundó el partido aún vigente más antiguo de España (fue fundado en la Casa Labra de Madrid el 2 de mayo de 1879), el PSOE.

En el caso del Tierno Galván es una plaza, que pretenden llamarla como de la “Sanidad Española” y la de Pablo Iglesias como la de “Feria del Barrio” (sin duda, muy políticamente correcto todo), porque allí mismo se celebra en la actualidad cada mes de mayo la feria del barrio de San José Obrero. Tras la polémica generada entre la población a través de las RRSS (con la correspondiente indignación del PSOE bailenense), el ayuntamiento ha dejado sobre la mesa el asunto tras las protestas de los vecinos.

Opiniones aparte, me ha venido a la memoria un dato histórico en la que la figura de Pablo Iglesias trajo controversia en el consistorio de Bailén. Justamente 10 años después de la muerte de Pablo Iglesias (1925) (el que por cierto, estuvo en Bailén dando un mitin en el Teatro Reding de la calle Choza el 23 de abril de 1913). En 1935, en plena II República, a las puertas del estallido de la Guerra Civil, siendo alcalde de Bailén, Rafael Martínez Calvo se leyó en la sesión ordinaria del día 1 de junio la petición que hacía al consistorio la “Sociedad de oficios varios” (UGT o la Casa del Pueblo de Bailén) para que le devolvieran un cuadro del fundador del PSOE que hasta entonces había estado colocado en el salón de sesiones del ayuntamiento.

Diario de Linares 23 de abril de 1913

Es curioso que el asunto trajo el debate en la sesión entre todos los ediles derechistas en la que Lorenzo de Castro Rodríguez opinó que el cuadro debía volver a colocarse donde estaba. La oposición llegó por parte de Andrés Muñoz Arance que explicaba que, por esa regla de tres, debería colocarse un retrato de todos los simpatizantes de las distintas formaciones políticas, a lo que Castro le ratificó e insistió añadiendo que el cuadro no debía haber sido quitado del lugar donde estaba. También intervino Pablo Aguilar Alonso que expuso que el cuadro debía de guardarse en el Archivo Municipal ya que el ayuntamiento lo había costeado. En este sentido los tiros iban encaminados a que nadie ajeno al ayuntamiento debía llevarse algo de su pertenencia y añade que el retrato que había del Sagrado Corazón se devolvió (a alguien) porque fue una donación particular que se hizo al ayuntamiento. Como ven, la historia de siempre… lo que me sorprende que era una discusión entre sus “enemigos”.

Poniéndonos en contexto con la época nos valdremos del estudio más científico que existe de aquel periodo en Bailén escrito como no podría ser menos, por el especialista en la materia en la provincia de Jaén, Luis Miguel Sánchez Tostado[5]. Lo voy a utilizar como fuente bibliográfica porque no hay otra, ya que tras haber consultado en situ bastante documentación de la que él utilizó (actas capitulares de Bailén y juicios a los encausados del Archivo Militar de Sevilla disponible en la web del IEG), creo que Bailén necesita otra revisión sobre toda esta historia, intentando evitar todo sesgo ideológico y contando TODO en su contexto.

Este ayuntamiento de 1935 estaba formado por derechistas a consecuencia de la “revolución de 1934”, un intento de (citando a Tostado) “movimiento huelguístico e insurreccional entre los días 5 al 19 de octubre de 1934” de la izquierda encabezado por Largo Caballero e Indalecio Prieto a la que se unió de forma desigual sectores de la CNT Y del PCE, llevados por su no aceptación de que en las urnas saliera vencedor por primera vez las derechas en la República en 1933[6].

A continuación, el gobierno cesó a los concejales y alcaldes de las organizaciones que habían formado parte de la huelga general (que otros llaman golpe de estado), incluso a los que no participaron en la huelga como fue el caso de Bailén. Por entonces ostentaba la alcaldía Ramón Hernández Turón que en sesión del 23 de septiembre de 1934 dio lectura del bando del Gobernador Civil de la provincia declarando el estado de alarma en todo el territorio nacional.[7] Desde ese día hasta el 14 de octubre hay un “silencio” sobre este asunto en las actas municipales, según Tostado debido a “que la Guardia Civil, obedeciendo órdenes del Gobernador, procedió a la detención en pleno de la corporación  con el alcalde y todos los concejales de izquierdas  del ayuntamiento de Bailén, así como numerosos vecinos miembros de comités de huelga, sindicatos y organizaciones políticas que habían, si no secundado, al menos apoyado las movilizaciones aunque fuese testimonialmente”.[8]

El 14 de octubre de 1934, en convocatoria extraordinaria, Antonio Velasco Damas, delegado del Gobierno Civil, acudió al ayuntamiento para constituir la nueva corporación y decretar el cese de los concejales detenidos. Citando nuevamente a Tostado: “Los asistentes fueron: Rafael Martínez Calvo (Partido Radical), Eufrasio García Castell (Partido Radical), Lorenzo Castro Rodríguez (Partido Radical), Juan M. Cobo Aguilar (Partido Radical), Andrés Gámez Arboledas (Partido Radical), Pablo Aguilar Alonso (CEDA, minoría Agraria), Miguel García Salas (CEDA) Manuel Serrano Martín, José Malpica Martos, Pablo Gracia Mediano, Martin Recena Ciudad Real, José Gámiz Rodríguez, Pedro Delgado Perales, Eusebio Serrano Martín y Federico Iglesias Arias-Pardiñas”.[9]

Todo lo que acontece después de estos anecdóticos episodios comienzan ya a mostrar las tensiones que desembocaron en la Guerra Civil Española donde algunos de los citados fueron asesinados en los paseíllos de las milicias del Frente Popular donde estaban involucrados bailenenses y otros vecinos de poblaciones provinciales unidos a este movimiento. Por ejemplo, Rafael Martínez Calvo sería asesinado el 7 de octubre de 1936, Pablo Aguilar Alonso el 3 de septiembre, Andrés Muñoz Arance el 29 de agosto y José Malpica Martos el 7 de octubre.[10] La represión franquista fue fulminante con todos aquellos que fueron acusados como culpables de estos asesinatos siendo fusilados en fechas posteriores  a la finalización de la contienda civil.

Para terminar y volviendo al dato histórico en el que gira esta entrada, les adjunto la transcripción para la historia:

Sesión ordinaria del ayuntamiento celebrada el día 1º de junio de 1935.

[Segundo punto del orden del día]: “Leída una instancia suscrita por la Sociedad de Oficios Varios solicitando le sea entregado el cuadro de Pablo Iglesias que se hallaba en el salón de sesiones, se entabla discusión sobre el asunto, manifestando el sr. Castro que dicho cuadro debe colocarse donde estaba, oponiéndose a ello el sr. Muñoz Arance aduciendo que de esa forma las distintas formaciones políticas podrían pedir la colocación en el mismo lugar de los retratos de sus simpatizantes y el sr. Castro le rectifica e insiste en su petición añadiendo que no debió desaparecer, sin permiso, el mencionado retrato del salón de sesiones. El señor Aguilar Alonso opina debe de guardarse en el archivo ya que el municipio lo costeó siendo por tanto de su propiedad y si se entregó el del Sagrado Corazón fue en concepto de devolución de una cosa que habían regalado.

En definitiva y por mayoría se acuerda conforme a la proposición del señor Aguilar Alonso y que así se comunique a la sociedad peticionaria”.[11]



[1] https://www.publico.es/espana/pp-cambia-calle-pilar-bardem.html

[2] https://www.lavanguardia.com/politica/20200919/483539200248/cadiz-kichi-ramon-de-carranza-cambio-de-nombre.html#:~:text=El%20regidor%20gaditano%2C%20que%20se,ley%20andaluza%20de%20Memoria%20Hist%C3%B3rica.

[3] https://www.ideal.es/jaen/20080313/provincia/sindicato-estudiantes-pide-perdon-20080313.html

[4] Sánchez Tostado, L. M. (2010): República y Franquismo en Bailén. Lucha de clases, Guerra Civil y Dictadura (1931-1945). Asociación Historiador Jesús de Haro. Bailén (Jaén), pág. 124-125.

[5] Sánchez Tostado, L. M. (2010): República y Franquismo en Bailén. Lucha de clases, Guerra Civil y Dictadura (1931-1945). Asociación Historiador Jesús de Haro. Bailén (Jaén).

[7] Ibidem, pág. 56.

[8] Ibidem, págs. 56-57.

[9] Ibidem, pág. 57.

[10] Ibidem, págs. 58-59.

[11] Archivo Municipal de Bailén, Sección Actas Capitulares, caja 1985, fol. 99v-100r.

2 comentarios:

  1. Interesantísimo y muy didáctico artículo. Muchas gracias, Juanpe, por tu dedicación y modestia al compartir desinteresadamente tus conocimientos.

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