Yo tuve la corta e inmensa suerte
de haber podido degustar las tortas de matalahúva de Juan de Dios, realizadas
en su vieja panadería de la calle del Castillo. Un manjar crujiente y dulce realizado
con los antiquísimos métodos de trabajo del gremio de los tahoneros. Aún recuerdo
el horno y el local vagamente al entrar de la mano de mi madre en aquel lugar cuando
me llevaba en mis primeros años de escolaridad, en frente de la panadería, al
colegio que se construyó sobre los terrenos del mítico palacio del duque de Arcos.
La modernidad se llevó aquellas legendarias tortas que hoy serían “patrimonio gastronómico”
bailenense como lo pueden ser los “Yeyes” de Rusillo.
Aunque el colegio se llamaba
General Castaños, siempre se lo citaba como ahora se le denomina: “El
Castillo”. Y es que para el pueblo de Bailén aquel palacio era el castillo de
Bailén, cuando en verdad no era del todo así. Por eso Juan de Dios Cabrera Cano
tenía su panadería en la también llamada calle del Castillo. Pero ¿siempre se
llamó así?
Es curioso que nos encontremos
este anuncio publicitario de su panadería en el programa de fiestas de nada más
y nada menos que el año 1933 (donde destacan ya sus especialidades en tortas
para desayunos) enclavada en la calle ¡Pablo Iglesias!
Y es que volvemos (a modo de
remate) a las curiosidades históricas con el nomenclátor bailenense dedicado a
este personaje de la historia política de España. Si recientemente les contaba
algunos hechos relacionados con Iglesias y el callejero bailenense, hoy
volvemos a hacerlo para señalar, que la actual calle Pablo Iglesias es la
segunda vez que se le ha dedicado en Bailén al fundador del PSOE y UGT.
Obviamente, su dedicación estuvo
como ya dije en la primera entrada, cargada del partidismo político al que pertenecía
y no a ninguna relación especial con Bailén más allá de su mitin en el teatro
Reding años antes. Apenas había sido proclamada la II República Española y el
ayuntamiento (como ya dije, parece que es algo urgente en cada cambio de
régimen, porque de igual forma actuó el franquismo nada más instaurar su
régimen) rápidamente se puso manos a la obra para cambiar nombres de calles y
hacerlo con los nuevos símbolos que traían las nuevas formas de gobierno. Lo monárquico,
lo referente al anterior régimen y lo religioso fueron el objetivo, aunque también
pesaría que las calles confluyeran en el ayuntamiento.
Estos hechos históricos nos dan
pinceladas de lo que poco a poco fue construyendo el confrontamiento que acabó
en la fratricida Guerra Civil. Vuelven a aparecer los nombres de personas que
estaban en el juego político local y que acabaron perdiendo la vida en aquellos
duros momentos cumbres de desencuentros incivilizados entre seres humanos con
un nexo de unión en común: ser hermanos de patria.
Personas que murieron asesinados
durante la guerra en la oscuridad y el misterio y los que fueron fusilados en
la arrolladora represión. Unos de ellos, Juan Soria Almansa (presidente del
comité del Frente Popular durante la Guerra Civil), concejal socialista, fue el
que rápidamente instó a este cambio de nomenclaturas.
En las actas capitulares del
ayuntamiento de Bailén ya podemos leer en la sesión del 18 de abril de 1931 que
“el señor Soria solicita se quite el nombre de Alfonso XIII que actualmente
lleva la plaza del Ayuntamiento y de Primo de Rivera que tiene la calle del
Castillo, manifestando la presidencia que resolverá sobre ello en la próxima
sesión”.[1]
Aunque la actual calle del Castillo,
sabemos que su nombre más antiguo que hemos podido documentar fue el de Santa Gertrudis,
comprobamos que a la II República llegó dedicada a Miguel Primo de Rivera,
seguramente puesta durante el periodo de su régimen político (1923-1930). Algo
que se podrá buscar fácilmente para otra ocasión, aunque me resulta curioso que
un régimen que defendía los valores católicos quitara la calle a la que es la
copatrona de Bailén desde… espero que pronto lo sepamos.
Finalmente, en la sesión del 25
de abril de 1931 se aprobó el cambio de nomenclaturas, no solo de la calle del Castillo
dedicada a Pablo Iglesias (como vemos sin ningún nexo de unión con Bailén [al
contrario que Alcalá Zamora], tan solo por ideales de filiación política del
momento) si no de otras calles y plazas donde tomaron protagonismo los personajes
de la política del momento (obviamente de los partidos que gobernaron tras la proclamación
de la II República) o la fecha que abría el nuevo régimen político.
Esta es la transcripción:
“El señor Soria dio lectura al programa que
como representante de la agrupación socialista propone para la labor que era de
desarrollar este ayuntamiento, exponiendo que por tener ya una plaza el nombre
de don Niceto Alcalá Zamora, nombre ilustre y del mayor respeto se le debe dar
a la plaza del Ayuntamiento el nombre de plaza de La República; proponiendo
igualmente que a la calle que viene ostentando el nefasto nombre de Primo de
Rivera, se le ponga el de Pablo Iglesias, nombre excelso e inmaculado del apóstol
de las reivindicaciones de la clase trabajadora; y que se cambien asimismo los nombres de la calle
de San Antonio, por el de calle de La Libertad; el de la calle de Jesús por el
de 14 de abril; el de la de Carpintería por el de García Hernández; el de la
calle de La Plaza por el de Fermín Galán y el de la antigua calle del Oro por
el de Alejandro Lerroux, y por unanimidad fueron acordados los nombres de
calles propuestos por el señor Soria”.[2]
La calle San Antonio es la actual
García Lorca y la calle de La Plaza es la actual Héroes de Bailén (“Víctimas
del Marxismo” durante el franquismo). Todo el contexto histórico de este episodio
ya fue estudiado por Luis Miguel Sánchez Tostado en su trabajo sobre aquellos
convulsos tiempos.[3] El 4 de mayo se aprobó rotular la calle del
Santo Cristo como calle Casa del Pueblo.[4] En
esta ocasión la propuesta del cambio partió de Juan Comino Soriano, que fuera
alcalde de Bailén durante la contienda civil y como Soria Almansa, fusilado en
la posguerra.
[1] Archivo Municipal de
Bailén, Sección Actas Capitulares, caja 1983, “actas del ayuntamiento desde 16
abril 1931 hasta 19 septiembre 1931”, Fol. 5r.
[2] Ibidem, fol. 7v-8r.
[3] Sánchez
Tostado, L. M. (2010): República y Franquismo en Bailén. Lucha de
clases, Guerra Civil y Dictadura (1931-1945). Asociación Historiador Jesús
de Haro. Bailén (Jaén), págs. 28-35.
[4] Ibidem, págs. 34-35.
Muchas gracias de nuevo, Juampe, por las horas dedicadas a darnos esta interesante información
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