En
los últimos tiempos estoy viendo movimiento en las redes por conocer la
historia o las historias en torno de la soberbia imagen de San Dimas glorioso
de la parroquia de Bailén. Como muchos sabrán y otros aun no, el historiador Rubén
Sánchez Guzmán publicó en 2012 un soberbio artículo de investigación sobre el
origen de la imagen y atribuyéndola al escultor del incipiente neoclasicismo
madrileño Juan Pascual de Mena. Como decimos, su trabajo es impresionante sirviéndose
de muchas fuentes bibliografías y un gran acierto a la hora de atribuir comprándolo
con la obra del autor e indagando en su probable génesis. Pero solo eso, porque
solo ha conseguido atribuirlo con más atino que sus predecesores (que lo
hicieron a Montañés, Alonso Cano y ¡hasta a Juan de Mesa!), aunque parezca
palpable que es de Juan Pascual de Mena, mientras no se cerciore con algún documento
de reputada fiabilidad, por muy evidentes que parezcan muchos de los datos que
aportó para sustentar su teoría, la imagen seguirá siendo de autor anónimo y
atribuida con mucho fundamento a Juan Pascual de Mena, y opino que más desde
que estoy conociendo su obra.
Para
enlazar la imagen madrileña con la que estaba en Bailén se valió de un artículo
de Alfredo Cazabán en la revista Don Lope de Sosa, donde se citó la llegada de
la imagen a Bailén gracias a la generosa donación del duque de Osuna en la
primera mitad del siglo XIX. Aún no había llegado 1936, y el archivo parroquial
aún tenía muchos documentos que ardieron en 1936, o fueron a parar a saber que
manos… ya no me extraño de nada. Perdimos esos datos para poder corroborarlos
hoy día, solo nos queda creer en lo publicado por Cazabán mientras no aparezca
otro tipo de documento que lo confirme.
Lo
cierto es que aquel documento se perdió, por lo que les dejo el único instrumento
que me consta de la existencia de la imagen en la iglesia de la Encarnación de Bailén.
Aunque sea una fotocopia, el original se conserva en el Archivo Histórico Diocesano
de Jaén, en la sección correspondencia; caja C. O. 31 (1867-1890), año 1875,
s/f.
El
documento es una misiva enviada por el párroco de Bailén D. Antonio Begué al
obispado el día 9 de agosto de 1875 en la que informa de varios asuntos a la diócesis.
Entre esos datos figura la renovación que estaba emprendiendo de varios altares
o retablos de la iglesia, del que ya se había hecho uno a San Antonio. Asimismo,
creemos que queda corroborado que para 1875 aun permanecería la imagen de Santa
Gertrudis que donó el corregidor D. Felipe de la Neve y Castro Figueroa más de
un siglo antes cuando la convirtió en copatrona de Bailén y finalmente habla también
de la intención de realizar un retablo a San Dimas, de la que ya no dejaría a
nadie indiferente por que resalta su valía artística. Pues este, que me conste
a mí, es el único documento que se conoce en la actualidad donde nos informa de
la existencia de la imagen en Bailén. Solo podemos decir que en 1875 ya estaba
en Bailén. Probablemente le realizó el retablo que vemos en la fotografía, de
corte neoclásico como se siguió fabricando durante el periodo decimonónico, si
no es que el duque de Osuna lo enviase junto a la imagen.
Les
dejo solo la página donde se le cita y su transcripción:
“Además
del altar que se construyó dos años ha [hace], se ha hecho ahora otro
dedicado a San Antonio, y se construirá en los días inmediatos otro más,
dedicado a la antigua patrona de esta villa Santa Gertrudis, y a San Dimas de
quien hay una imagen buena…”