Como les vengo diciendo
asiduamente, ponerle un título a nuestros trabajos se convierte en tarea embarazosa,
casi estresante para en pocas palabras poder enganchar al lector a la lectura
de la investigación. Quien me lee sabe que insisto en ello: “léanlo completo”.
Eso es por la simple razón de que podremos descubrir aspectos que nos pueden interesar
y que el título no nos invite a sentarnos a leer. A mi me pasa con el resto de
artículos de esta revista. Si mi interés es BAILÉN, puede que haya mucho del artículo
de arqueología o de cerámica (por poner dos ejemplos) que no me llame la
atención, pero siempre habrá un dato que encienda la bombilla encima de mi
cabeza, una noticia que me diga: “esta me la guardo”.
Por ello, les diría del artículo
de este año, que yo lo divido en dos pilares (el uno sin el otro no era
compatible): Compatronato de Santa Gertrudis y Felipe de Neve. Pues sí. Si
alguna vez se han preguntado por qué Santa Gertrudis es nuestra otra patrona o copatrona,
aquí se van a resolver las dudas históricas. Si los bailenenses o foráneos que
se acerquen ante el altar de la Virgen de Zocueca (o suben al camarín del
santuario) se preguntan por qué a ambos lados de Ella tiene a Santa Gertrudis y
a San Andrés o porque la cooperativa del vino se llamó así, ya van a tener
respuesta. Es curioso, que sin tener contestación a todas estas preguntas, los
bailenenses hemos seguido poniendo a Santa Gertrudis y a San Andrés como
escoltas divinos de nuestra principal patrona como ya les conté en esta
reciente entrada (pinchen aquí). Actos que partían de una tradición, de unos
escritos que poco o nada aclaraban y que algún día se podían desmentir o
aclarar (hay ciudades que siguen venerando a un patrón que en los papeles no lo
es), y Dios ha querido que sea esto último.
Si Magdalena de Manuel, archivera
del Archivo Municipal de Bailén lee estas líneas aún podrá recordar el entusiasmo
que irradiaba cuando por estas mismas fechas (con una vida normal y sin
pandemias) fotografiando las actas entre 1726 a 1731 iba leyendo las noticias
hasta ahora nunca publicadas: el padre del fundador de Los Ángeles de California
nos trajo la copatrona.
Porque esa es la segunda parte
que engloba muchas historias. Como decía con la Virgen de Zocueca y Santa Gertrudis,
¿cuántos bailenenses o foráneos al pasar por el bar de La Estación se habrán
preguntado quién era ese Felipe de Neve a quien tienen dedicada la terraza? Y
que me perdonen del IEB, pero es que en Bailén se mira antes a un bar que al
monumento que le dedicaron en el lugar donde tuvo que nacer (Palacio del duque
de Arcos, hoy colegio El Castillo).
Por este motivo, el trabajo tenía
que estar titulado con el nombre del protagonista, el corregidor de la villa de
Bailén D. Felipe de la Neve Castro y Figueroa, el padre del brigadier D. Felipe
de Neve y Padilla. En este estudio no profundizamos en el fundador, sobre él ya
hay bastantes y muy completos estudios, pero quedaba algo muy importante de su
vida que como siempre parece que era lo que menos interesaba: ¿por qué nació en
Bailén, cuándo y qué relación tuvo con la ciudad? Pues tras la consulta de muchísimas
fuentes primarias hemos podido acotar el año y fecha de su nacimiento, aclarar
que su madre (por sus apellidos) no era de Bailén y que Felipe de Neve y Padilla
solo se acordaba de Bailén cuando tenían que informar sobre su lugar de
nacimiento en los distintos documentos que generaba su persona, sobre todo los
militares.
Ese es el protagonismo que tiene
el fundador de Los Ángeles, pero resulta que su padre no pasó por Bailén sin
pena ni gloria. Por ello estudiamos su biografía genealógica que puede (tal
vez) echar por tierra algunas de las teorías que emparentaban a Felipe de Neve
y Padilla con otros Neves, bien conocidos de la historia sevillana como Justino
de Neve.
Conoceremos a los hermanos del
corregidor, a todos sus hijos, es decir, los hermanos del fundador e incluso
aportamos otra línea sucesoria (Los Olloqui) que nos podría abrir nuevas vías de
investigación para encontrar descendientes del corregidor, porque como ya quedó
escrito, el fundador murió sin hijos en el entonces nuevo continente. Como
curiosidad, hemos podido encontrar una partida de bautismo de una hermana
nacida en Bailén, pero la suya aún se nos resiste. Pero solo nos falta el día y
el mes, porque el año queda fijado en… lean, lean.
La vida y el trabajo del corregidor Don Felipe de la Neve Castro y Figueroa también nos hablará de la historia de las ruinas de la iglesia de San Andrés y Santa Gertrudis (gracias a él) con la restauración y reutilización que impulsó del antiquísimo edificio para el servicio municipal de Bailén convirtiéndolo en muchas más cosas que una iglesia. En torno a su figura conoceremos aspectos de sus antiguos destinos o anecdóticos episodios de la vida diaria del Bailén dieciochesco entre los muros de San Andrés. Su aportación en la administración del tributo de Bailén con Baeza reescribe o completa la historia de este episodio tan reseñable de la historia local. Finalmente, el ilustrado corregidor murió repentinamente y fue enterrado en nuestra provincia marchándose su familia de Bailén, seguramente para siempre, llevándose a un bebé que con los años fundaría la ciudad donde se graban las películas más taquilleras de todos los tiempos, sin duda el motivo que lo hace ilustre en Bailén. Ojalá este artículo sirva para darle el lugar que merece su padre y tal vez, sirva para realzar la antigua veneración a la benedictina Santa Gertrudis, especial protectora de la familia Neve, de hecho, el fundador se llamó Felipe Gertrudis de Neve…
Les dejo todas las páginas
del
artículo y el pdf en academia.edu pinchando aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario